Con el agua estancada sin corriente alguna, de los gigantes de arena y piedra ya solo queda en pie un cuarto del total de sus figuras
Se les posan cada vez menos palomas mensajeras y las sombras que a contra luz proyectan sobre la acera ya no alcanzan entre ambas a acompletar las horas del día
Están a solo un par de días continuos de lluvia de fundirse con los adoquines de la plaza, así solo los que alguna vez estuvieron ahí sabrán quienes eran, cómo se llamaban
Mañana el cielo promete más nubes de las que ya acostumbra, si es que el sol no se atreve a salir todavía
martes, 29 de noviembre de 2011
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