miércoles, 30 de noviembre de 2011

Puerto Noviembre

Soy la última línea que pende de aquel extremo distante en aquella muralla distinta, equilibrista con pata de palo, parche en el ojo, cara de malo y miedo a las alturas, el kamikaze restante de aquel veterano escuadrón de rescate de las causas perdidas

No sé ni supe ganarme los beneficios del indulto que gozan aquellos que al final supieron bien cómo herir, un espacio en la mesita de noche, mi número en mejor posición en la lista de espera en caso de urgencias febriles, mi revancha pendiente por un título vacante, mi hueco a mitad de una almohada partida por la mitad

Fui y seré mal practicante del cómo odiar sin distinción alguna, ni querré por ocio o por despecho el día de mañana o más delante, reservarme alguna princesa de prepago solo por tener un hombro en dónde recargar mi cabeza

Lo único que sé de cierto, es que el tiempo solo se siente escurrir de las manos a quien todavía aún con paciencia se sienta a contarlo

Estas últimas letras tan pintas, tan niñas, como dos carabelas perdidas en busca de un norte y un sur, zarpan de puerto noviembre a horas distintas rumbo a un mes diferente de éste que hoy iza sus velas

En palabras de Lorca en tinta carmín y letras cursivas “Ni yo ya no soy yo, ni mi casa es ya mi casa”…Leven anclas

Sobre un cascarón de nuez me cabe el equipaje entero que llevaba puesto desde antes de llegar, más todo aquello que de ti me llevo a escondidas atado a mis costillas, por si acaso la cáscara se rompe como yo por la mitad, una ola y un hola después de partir

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