Ya pasa más de la media noche, siempre son éstas mis horas
para platicar
Pensaba el otro día sobre qué sucedería si moviera hacia
atrás las manecillas del reloj, las pondría a las tres con cincuenta de un domingo
cualquiera de hace un par de años atrás, de esos en los que solíamos abrír los ojos
hasta que el sol molestaba demasiado, o cuando el hambre amenazaba con hacernos devorar las almohadas y roer las sábanas mientras tanto
No sé si es porque llueve, o porque coincidí más veces en
estas semanas, que en los días que van hasta hoy, o si es la “Playa” de Ely en
los audífonos a estas horas tan mías, o las ganas de pensar que también
pensabas el otro día lo mismo que yo
Hace muy poco leí un letrero en el muro de una pizzería que
decía…”HOME IS WHERE THE HEART IS”, no tenía contexto alguno haberlo encontrado
en esa tarde en particular, pero confieso que se ataron tantos nudos en mi
garganta que fue entonces cuando pensé en mover hacia atrás aquellas manecillas
Me ha tocado intentarle explicar a mi amiga, por qué es que
algunas personas necesitan adelantarse a todos los demás, por qué es que la
persona a quien pensamos que pertenecemos algunas veces no nos toca en ésta
vida, Ella lo adoraba, aún lo hace y cierto estoy que así lo hará sin importar
quién habrá de llegar tiempo después, recuerdo haberlos visto por última vez mirándose con esos ojos que
solo me he visto a mi mismo tiempo atrás
Qué se necesita? Es de esas otras cosas que también me he venido
preguntando, morir quizás? Para entonces así saber que uno siempre estuvo en el
lugar donde se supone habría de pasar todos los demás días?
Si, quizás es Ely en mis orejas y la lluvia estrellándose en
la azotea, las manecillas tan quietas, saber que quizás, solo quizás se ocupe morir
alguna vez para estar de nueva cuenta en otra vida distinta, pero en el mismo
lugar
Las habituales “suposiciones” dictarán que quizás estas son un
montón de líneas innecesarias, una necia retórica que no coincide con lo que se
ve del otro lado del cristal, yo solo sé de cierto que no es lo mismo solo ser
observado, que estar también de este otro lado, donde no paran las
letras, la lluvia, los quizás y los puntos suspensivos al final…

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