Deberías saber que no soy como aquel tipo que viaja en su automóvil deportivo, vistiendo camisas de algodón de cuello suave y de colores vistosos, como el que usa grandes lentes oscuros de cristal corrido, mientras escucha música electro cuando maneja relajadamente reclinado en su asiento con solo una mano sobre el volante; no soy como el que viste de traje perfectamente coordinado con maletín en mano y que puede ver su reflejo en el reluciente empeine de su calzado, no soy como aquel tipo al que la tela le ajusta y no le sobra, ni aquel al que todo mundo saluda cuando entra a algún club de moda
Deberías saber que me gusta caminar cual peregrino pues solo así me doy el tiempo de poder escucharme, que la moda dejó de importarme casi al mismo tiempo que aprendí a atarme un par de tenis por mi mismo, que algunas veces guardo en el ropero la facha de fantoche cuando quiero que tus ojos vuelvan a mirarme; deberías saber que soy aquel al que le gusta sentir las sábanas frías cuando decide por fin acostarse a altas horas de la noche, que acostumbro el tabaco quizá más por vicio que por gusto, que no ocupo demasiada agua caliente para darme un buen baño, que me gusta estar debajo de la lluvia en un día nublado
Deberías saber que soy yo quien tiene los viejos resentimientos con la plata, pero que entiendo la importancia y el cariño que le tiene tu bolsillo, que no bailo tan bien como hubieras querido pero aún así mis pies se deshiniben cuando estan junto a los tuyos, y que en un buen día con mucha gente en la calle, quizá le devuelva el saludo al numero de gentes que pueda contar con los dedos de mi mano
Deberías saber que a pesar de lo que ya nos hemos contado de nosotros mismos, todo puede cambiarse solo un poco, quizá lo necesario en favor del otro...de uno mismo...de ambos.
Hybris
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario