lunes, 9 de noviembre de 2009

Forastero

Sería bueno escuchar alguna vez un “Bienvenido, te estaba esperando”, en lugar del “Bueno, ya que estás aquí...”; sin embargo tengo la facultad de coincidir casualmente con quienes no esperaban en absoluto encontrarse conmigo, qué puedo decir, quizá es en gran parte culpa mía por estar en tantos lugares al mismo tiempo

Algunas veces se vuelve tan absurdo el intentar adherirme a algo, cuando a ése algo ya no le queda espacio para nada más, no le ataño a nadie, algunas veces ni siquiera a mi mismo; quizá al destino le parece más divertido el verme pidiendo posada, en vez de encontrarme algún lugar definitivo

No puedo quejarme, comparto gustos por muchas cosas entre la gente con la que suelo encontrarme conforme al día se le van agotando las horas, o a las semanas se le acumulan los meses, no faltan las coincidencias en ideales, en acordes, en formas de hablar, incluso en algunos casos extraños hasta similitudes en las maneras de actuar, pero nada más

Definitivamente me he ido olvidando de curtirme la piel, me he vuelto descuidado con el paso del tiempo, y los excesos de confianza a estas alturas solo logran obsequiarme como regalo de despedida una dolorosa resaca provocada por ese molesto sentimiento de querer adherirme a una entidad más afín a la mía.

Hybris

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