sábado, 8 de septiembre de 2012

Gato!..Gato!


A pesar del tiempo aún la veo, es mi cábala, mi amuleto, mi pata de conejo; Me acompañan día y noche aquel pequeño par de pingüinos en ropa de invierno

La veo en tantos lados, tomada de otras manos,
con nombres distintos, cargada en brazos extraños,
Me quita el sueño, se lo lleva,
Es de ella, siempre de ella

Me pregunto si es que llegaré alguna vez a conocerla,
A verla crecer desde una pequeña raya pintada en el vientre, esperarla a que llegue como los gatos,
Aquellos que vienen de nueve en nueve

Siempre quise sentarme a pintar con ella su habitación con estrellas, hacer del refrigerador su propia galería de arte, contarle de aquella vez que vencí yo solo a diez cocodrilos con una resortera, cantarle algunas canciones desde la regadera, escucharla reír, conseguirle tantos frascos posibles para su colección de insectos, envolver su mano con la mía, decirle que tiene los mismos ojos de su madre...Tan cálidos y cafés que podría beberlos con dos de azúcar cada día al despertarme antes de salir a conquistarle el mundo por partes

De “Efe” solo queda la fe de que aparezca algún día de estos todavía

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